En el año 2002 Pepe que venía de una familia de dueños de posadas y constructores de la tierra decidió adquirir esta propiedad de las manos de una familia que llevaba más de tres generaciones en Tecpan. Con toda la experiencia como paisajista, constructor y hostelero que tenía él y su mujer Lilly empezaron la misión de construir un espacio dedicado a la familia y a mostrar la belleza del lugar para que muchos pudiesen disfrutarlo tanto como ellos lo hacían. 
El espacio era descuidado y abandonado, y el trabajo empezó con la dificil tarea de marcar los linderos, marcar los caminos y las plataformas donde algún día se construiría.  Después de diez años, mucho esfuerzo e inversión se logró tener la primera construcción, una pequeña cabaña que sirvió para escapadas familiares que usaba Pepe y Lilly pero también los muchos amigos que la pedían para poder disfrutar del entorno seguro, virgen y natural que tenía la finca. 
A partir de este momento se dedicaron a seguir construyendo los caminos y luego la segunda cabaña que después de otra década de esfuerzo se convirtió en la residencia permanente de la familia. 
A partir de este momento el proyecto adquirió mucha más forma y se empezó la construcción de las otras cabañas que con mucho detalle se fueron convirtiendo en el sitio preferido de muchas familias que preferían quedarse con nosotros. 
Muy pocas o casi ninguna propiedad en Tecpán tiene las vistas privilegiadas a los volcanes que tiene Finca Chuchiyá y ellas junto con la perfección de los detalles para el recibimiento de huéspedes la Finca es una joya que merece la pena visitar en Guatemala.